Usted puede encontrar que poco después que se le diagnostica con diabetes tipo 1 el nivel de azúcar en la sangre de retorna a la normalidad. Usted está en lo que se llama el «período de luna de miel.» El resto de la insulina de las células productoras en el páncreas está trabajando más para el suministro de insulina suficiente para su cuerpo. Usted puede utilizar poco o nada de insulina. Pero esto no significa que haya desaparecido la enfermedad. Después de la insulina quedan células que se producen y son destruidas, el período de luna de miel termina, y usted tendrá que utilizar insulina para el resto de su vida.
El tratamiento para la diabetes incluye seguir una dieta de hidratos de carbono que se extiende durante todo el día, realizar actividad física regular, supervisar sus niveles de azúcar en la sangre ( metros-azúcar en sangre), e insulina. Al trabajar estrechamente con su médico y seguir su tratamiento prescrito, usted se sentirá mejor y va a tener más control de su vida. Si su hijo tiene diabetes tipo 1, el tratamiento implica las mismas tareas, pero permite el crecimiento y desarrollo normal.
Antes del diagnóstico, su nivel de insulina puede haber sido lo suficientemente bajo como para causar graves del azúcar en sangre, con síntomas tales como confusión, e incluso coma. Esta condición se llama cetoacidosis diabética y, a menudo requiere tratamiento en un hospital. Durante su estancia en el hospital, le dan inyecciones de insulina y líquidos en vena (intravenosa o IV), y su condición es supervisado de cerca. Usted está todavía en riesgo de esta situación de emergencia en el futuro si usted no toma suficiente insulina para mantener sus niveles de azúcar y el metabolismo normal.
Si usted tiene la persistencia de niveles elevados de azúcar en la sangre durante un largo período de tiempo, la diabetes puede dañar:
Los ojos (retinopatía diabética).
Los riñones (nefropatía diabética).
Los nervios (neuropatía diabética).
Corazón (que conducen a ataques al corazón).
Los vasos sanguíneos (que conduce a los accidentes cerebrovasculares y la mala circulación en las piernas).
Si mantiene su nivel de azúcar en sangre dentro de un rango normal, casi normal, puede evitar, o al menos retrasar, estas complicaciones. Los niños parecen protegidos de desarrollar estas complicaciones durante la infancia. Pero cuando se convierten en adolescentes, el riesgo comienza a aumentar. Mantener los niveles de azúcar en la sangre lo más cerca posible de lo normal al comienzo de la enfermedad ayudará a prevenir estas complicaciones
Autor: Caroline Rea, RN, BS, MS
Evaluación médica: Caroline S. Rhoads, MD – Internal MedicineMatthew I. Kim, MD – Endocrinología y Metabolismo
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